Cuando una relación de pareja acaba, por lo general la situación suele ser dolorosa, triste y hasta incómoda durante algunos días, hasta que te acostumbras a estar sin esa persona. Es normal que nos sintamos mal y que sintamos que en ese momento el mundo se nos viene abajo, y que incluso digamos o hagamos promesas a nosotros mismos como que no volveremos a tener pareja para que no nos lastimen o alguna cosa similar. Pero al final, es cuestión de dejar pasar el tiempo y darle chance al corazón para que pueda sanar sus heridas.
Cuando el tiempo ha transcurrido y finalmente podemos pensar o ver a nuestra ex pareja sin tener ninguna clase de rencor, dolor, resentimientos, amor, o incluso celos, entonces podemos decir que “ya lo hemos superado”. Una vez llegamos a esta etapa todos nos preguntamos en algún momento si se puede ser amiga o amigo de nuestra ex pareja.
A mi manera de ver, en situaciones como ésta hay 2 opciones o dos cosas posibles de suceder:
-La primera es que de verdad se hayan superado todas las diferencias, enojos y demás problemas, e incluso los sentimientos como el cariño de pareja y que a la perfección, los que una vez fueron novios, puedan llegar a ser muy buenos amigos, y dejo claro que no hay nada de malo en eso.
-La segunda es que tratemos por todos los medios posibles de “ser amigos” sin dejar de lado la intención de regresar o de lograr algo con nuestra antigua pareja. La parte mala de esta segunda opción es que, si somos nosotros los que buscamos “ser amigos” a toda costa y tenemos oculta alguna intención que no sea lograr una verdadera amistad, entonces nos hacemos daño a nosotros mismos, y al final, podemos dañar a nuestro corazón más de lo que se dañó al salir de la relación. También sucede que podríamos estar en el otro lugar, y que sea la ex pareja la que nos busque todo el tiempo, y si lo piensas, esto puede llegar a ser hasta cierto punto, un tanto molesto.
Por lo tanto, si elegimos la primera opción, tenemos la ventaja de contar con una persona más en nuestra lista de amigos, pero si optamos por la segunda, corremos el peligro de hacernos daño a nosotros mismos. Así que si tú estás pasando por alguna situación como ésta, averigua bien qué es lo que más te conviene y en qué clase de historia te gustaría estar.
Ten mucho cuidado siempre, y recuerda que tu corazón es el motorcito de tu vida, no dejes que nadie, ni tú mismo, lo lastimen.
Y tú, ¿tienes alguna ex pareja en tu lista de amigos?
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