Afontando la muerte

Cuando se pierde a un ser querido nos planteamos muchas preguntas y vamos entendiendo los ciclos de la vida. Inevitablemente aceptamos que las cosas ocurren independientemente de lo que nosotros deseamos o esperamos.
Muchas personas dicen experimentar una etapa inicial de “entumecimiento emocional” en la que apenas sienten nada tras conocer la noticia de la muerte, pero no existe un orden dado en este proceso, las emociones son normales y comunes; sin embargo puede que no estés preparado para la intensidad y la duración de estas o la rapidez con que tu estado de ánimo puede cambiar. Nunca dejarás de echar de menos a esa persona, pero el dolor disminuye con el tiempo y permite que continúes con tu vida.

Siempre he pensado que lo natural es nacer y morir, pero cuando a un ser querido le llega la hora, sea como sea, parecemos no estar preparados; como si fuera algo que nunca pudiera ocurrir, lo vemos como algo ajeno a nuestra condición. Pero siempre pasa y entonces es cuando nos comenzamos a preguntar “¿Por qué no disfrutamos más de esa persona?” “¿Por qué no aprendimos de ella?” “¿Por qué Dios permite que esto pase?” Son muchas preguntas que pasan por nuestra mente, he intentamos buscar una respuesta, algo que nos de la fuerza que necesitamos para poder soportar este dolor.

No es fácil decir un adiós definitivo a las personas con las que hemos compartido momentos importantes de nuestra vida. Parece que no hay consuelo alguno. Lo único que podemos encontrar es apoyo emocional, para soportar ese dolor. Por lo que es muy importante aprender a despedirnos de quienes partieron, porque ellos nos ayudarán a seguir adelante, a nosotros mismos y a ellos en la otra vida.

Debemos aprender a hacer frente a los hechos, aceptando todo aquello que no puede cambiarse. Debemos integrarnos, dejar de luchar contra la muerte y seguir adelante con nuestra vida. Pensado siempre que es la muerte la que nos hace que reaccionemos que no tenemos tiempo, ni otra vida, que solo tenemos esta y no la estamos aprovechando.


Fuente: Blog Gusanito